
El Manguito, el corazón de la capital ante la vista indiferente de las autoridades
Por: Dilen Montero
En pleno corazón del Distrito Nacional, la comunidad de El Manguito vive una realidad que retrata con crudeza la desatención de las autoridades. Sus calles y callejones no solo son testigos del esfuerzo diario de hombres y mujeres que luchan por sacar adelante a sus familias, sino también del abandono en el que la han sumido tanto el Gobierno Central, a través de la CAASD y EDESUR, como la Alcaldía del Distrito Nacional.
Los vecinos denuncian una crisis sanitaria grave: aguas cloacales que se mezclan con el agua potable, poniendo en riesgo la salud de cientos de familias, especialmente niños y adultos mayores. Esta situación, lejos de ser nueva, se ha agravado por la presencia de vertederos improvisados que crecen día tras día, generando focos de contaminación, proliferación de plagas y malos olores que afectan la calidad de vida, todo esto ante el desden y la irresponsabilidad de la Alcaldia del Distrito Nacional.
A este panorama se suma la carencia de un servicio eléctrico estable, una problemática que limita las actividades cotidianas, afecta los pequeños negocios y aumenta la sensación de inseguridad en horas nocturnas, caldo de cultivo para la delincuencia.
La semana pasada, la Secretaría de Participación Comunitaria del PLD, realizó en el sector, una Rueda de Prensa Comunitaria junto a líderes barriales y residentes. En este encuentro se hizo un levantamiento detallado de las principales problemáticas, se escucharon de primera mano las denuncias de los afectados y se reafirmó el compromiso de ser voz de esta comunidad. El eco de las quejas de El Manguito trascendió gracias a la presencia activa de los comunitarios, quienes exigieron soluciones inmediatas a sus males históricos.
La indiferencia de las autoridades resulta insultante. Mientras en otros sectores se exhiben obras de relumbrón, en El Manguito – una comunidad enclavada en la metrópolis capitalina- la inversión pública es prácticamente inexistente. Los comunitarios sienten que sus voces se apagan entre el ruido de las promesas incumplidas y la falta de voluntad política para resolver lo que, con gestión y planificación, podría solucionarse.
No se trata de una lucha aislada. El Manguito es un símbolo de muchas comunidades olvidadas, que reclaman respeto, dignidad y un trato igualitario en la distribución de recursos y servicios. Las familias de este sector merecen vivir en un entorno sano, seguro y con oportunidades, no en un terreno fértil para la insalubridad, la delincuencia y el atraso.
Hoy más que nunca, es necesario que la comunidad se mantenga unida, eleve su voz y exija a las autoridades respuestas concretas y acciones inmediatas. El Manguito no pide favores: exige derechos. Y esos derechos deben ser garantizados.
El autor es titular de la Secretaria de Participación Comunitaria del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), estudiante de Periodismo; destacado comunicador, experto en marketing político y municipalista por vocación.