
“En casa de herrero, cuchillo de palo”. El CODIA exige seguridad con su edificio a punto de colapsar.
Sede del CODIA permanece en condiciones críticas desde 2022: la institución que exige seguridad, pero descuida su propia casa
Santo Domingo.– En 2022, el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) organizó una rueda de prensa urgente para alertar sobre el estado de deterioro de su propia sede. Vigas expuestas, filtraciones, grietas, falta de mantenimiento básico. Aquel evento fue cubierto por medios y generó expectativas de una pronta intervención.
Hoy, en pleno 2025, la estructura presenta el mismo o peor estado, sin que se haya ejecutado una intervención real. El edificio donde funcionan oficinas técnicas, se reúnen profesionales de la construcción y se dictan normas para la seguridad estructural de toda la nación, se cae a pedazos.
Esto deja mucho que desear —y mucho que cuestionar— de un gremio que hoy quiere ser tomado como referencia técnica y moral tras la tragedia del Jet Set, donde colapsó el techo de una discoteca y murieron más de 220 personas.
¿Cómo puede una institución que no es capaz de atender su propia infraestructura, pretender ser la voz oficial ante desastres como este? ¿Qué tipo de credibilidad puede proyectar un colegio profesional cuya directiva ha ignorado por años su propio colapso progresivo?
A pesar de haber emitido comunicados sobre normas sísmicas, evaluaciones técnicas y protocolos de edificación segura, el estado del edificio del CODIA en la capital refleja una desconexión alarmante entre discurso y acción.
La falta de coherencia entre lo que predican y lo que practican, no solo daña su imagen, sino que erosiona la confianza pública en sus recomendaciones. Ser expertos no es solo tener títulos. Es también demostrar liderazgo, compromiso y ejemplo.
Si el propio CODIA no se preocupa por la integridad de su sede, ¿cómo esperar que se conviertan en fiscalizadores o asesores confiables en medio de crisis como la del Jet Set?