
David Collado baja a los barrios y sube en la carrera presidencial del PRM
SANTO DOMINGO.– El escenario político dentro del Partido Revolucionario Moderno (PRM) empieza a moverse con mayor intensidad. Desde que el presidente Luis Abinader se reunió con sus principales funcionarios de confianza —a quienes los analistas ya catalogan como “presidenciables”— cada uno ha entrado en una fase de proyección acelerada, con agendas públicas y estrategias comunicacionales que evidencian su interés por la carrera hacia el 2028.
Entre ellos, quien más ha sobresalido en las últimas semanas es el ministro de Turismo, David Collado, quien además de su ya consolidada imagen como gestor eficaz del sector turístico, ha comenzado una ofensiva política orientada a los barrios y sectores populares, en lo que parece una estrategia clara para ampliar su base de apoyo.
Collado ha sostenido encuentros comunitarios, visitado zonas vulnerables y dialogado con ciudadanos de a pie en Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y otras demarcaciones, con el objetivo de posicionarse no solo como el ministro estrella, sino como un líder cercano a la gente.
Por su parte, la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, sigue proyectando su perfil como una figura institucional de peso, reforzando su liderazgo local con una gestión activa en la capital y un discurso enfocado en la cercanía y los valores familiares.
En la misma línea de discreta pero constante exposición está Eduardo José Sanz Lovatón (“Yayo”), actual Director General de Aduanas (DGA), quien ha incrementado su presencia tanto en medios como en territorio, buscando consolidar una imagen de renovación y tecnocracia eficiente, con fuerte respaldo en sectores económicos y jóvenes del partido.
Mientras tanto, Wellington Amín Arnaud Bisonó, actual director ejecutivo del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), continúa fortaleciendo su posición a través de inauguraciones y soluciones en comunidades que llevaban décadas sin acceso al agua potable. Su estilo es más técnico, pero con resultados tangibles en zonas estratégicas del país.
Y en un plano más reservado pero con mucha atención mediática, la vicepresidenta Raquel Peña sigue siendo una figura clave. Aunque no ha manifestado aspiraciones abiertamente, su presencia institucional, su buena valoración pública y su relación directa con el presidente Abinader la convierten en una carta fuerte si el partido opta por una candidatura de continuidad estructurada desde el poder.
Lo cierto es que tras ese encuentro privado en Palacio, la carrera no declarada hacia la candidatura del PRM ya está en marcha. Las instituciones se han convertido en vitrinas, y las agendas públicas, en vehículos de posicionamiento. David Collado, al combinar visibilidad, gestión y cercanía con el pueblo, parece estar dando el primer paso firme en esa ruta.